"¡El alma no es de hoy!, su edad cuenta muchos millones de años. Pero la conciencia individual es sólo la inflorescencia y fructificación estacional que nace del perenne rizoma subterráneo, y esa inflorescencia y fructificacion se encuentra en el mejor acorde con la verdad cuando incorpora a su cálculo la existencia del rizoma, pues la red de raíces es la madre de todo." Carl G. Jung. Símbolos de Transformación
EL SIMBOLISMO DE LA LUNA NUEVA Y LA LUNA LLENA
“Esta relación de la luna con el sol procede de acuerdo con un patrón de aumento y disminución de la luz, o de separación y retorno al sol*. Cada noche, la luna revela una faceta diferente de su rostro ahora luminoso, ahora sombrío, al reflejar y distribuir cantidades variables de la luz del sol. La luna misma no cambia; su luz lo hace. Lo que los seres de la Tierra vemos como las fases de la luna son en realidad reflejos de la relación cambiante de la luna con el sol.
El sol y la luna, conocidos como 'las luminarias', son los cuerpos astronómicos más prominentes en el cielo. Juntos encarnan el principio de polaridad tanto en nuestro mundo físico como en nuestra naturaleza psicológica. En nuestra vida cotidiana, los ritmos alternos del sol y la luna regulan nuestros ciclos diurnos y nocturnos. Así como el sol gobierna la luz del día de la conciencia y el mundo objetivo externo, la luna gobierna la noche del inconsciente y nuestra vida instintiva e intuitiva interior. La oscuridad y la luz reflejan nuestros períodos de receptividad y creatividad y de contemplación y acción.
Los antiguos personificaron estas dos luces como el Dios Sol y la Diosa Luna, quienes fueron vistos como la fuente de las energías masculinas y femeninas. El sol y la luna son opuestos complementarios. Como el principio masculino encarnado en nuestra noción de Dios y el principio femenino como Diosa, son las manifestaciones polares de la misma fuerza divina primigenia e indiferenciada. Se originan y regresan a la misma fuente. Cuando estas dos polaridades se unen periódicamente, retratadas en el Matrimonio Sagrado del Dios y la Diosa, crean la dimensión mística conocida como la Unidad, la unión, la iluminación. Cuando estas dos polaridades se separan periódicamente, simbólicamente dan a luz al Niño Divino, la dimensión mística reconocida en las formas de vida manifestada.”
Demetra George. Mysteries of the Dark Moon: the Healing Power of the Dark Goddess. (Misterios de la Luna Oscura: el Poder Curativo de la Diosa Oscura)
* Cuando el Sol y la Luna están en conjunción ocurre el fenómeno de la “Luna Nueva”, cuando se encuentran en oposición el de la “Luna Llena”.
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